Cagliari (29 , 30 de julio 2016)

A la noche , buscamos un sitio para cenar , y nos fuimos indignados de un restaurante.  Fijate  que no tenían pasta ! Inconcebible e intolerable en Italia , y nos larga os.
Mientras esperamos a Joserra , reparamos la mayor , que tenía un rasgón , pero sobre todo , reforzamos la zona de la driza, que  estaba a punto de desgarrar se totalmente.
Esto es gracias a Fran ,  el amigo de Marina , que  trae a un velero que lo arregla en las instalaciones de la Sociedad Canottiera Inchusa.

Recibimos a Joserra que llega la noche del 29 a puerto Piojo , y dedicamos el día siguiente a callejear por Cagliari  para que lo conozca Joserra.

Palacio del virrey.

Mercado

Muebles caritos  .

Dando cuenta de unos calamares , gambas y pescaderos fritos del mercado . El caso es que no hay manera de encontrar un sitio donde sentarse.

A la tarde , Javier se va a hacer la compra y Miguel y Joserra se dan una vuelta.
Como les entra la modorra , se sientan en las escaleras de una de las muchas iglesias de la ciudad , y se echan una ligera siestecita  .
Al despertar , ven que  tienen un coche a un pie de sus idems ,  que  a poco les pisa. Resulta que  es un coche  fúnebre , y el fiambre ya está  dentro de la iglesia junto con todos los asistentes al funeral.
O sea , que han pasado todos por delante de los dos angelotes y ni se han enterado.
Al levantarse , Miguel recoge la gorra , que  se le había caído al dormirse , y se encuentra que un alma caritativa le ha hechado 30 céntimos.  (Dios ! qué  cuadrilla !)